Comenzamos el recorrido con suavidad llaneando, una ves caliente nos dispusimos a subir una falsa cuesta que concluía con un sendero en el que se podía coger buena marcha, para subir a la sierra por el camino que dio al traste con la mayoría teniendo que subir a pie, después descendemos y continuamos tranquilo asta regresar al pueblo donde después de un refrigerio para quitarnos el polvo de la garganta que ha sido el enemigo mas fuerte.
Nuestra enhorabuena a la organización por un recorrido en su justo punto y en su contra diremos que nos podíamos haber parado menos.